Chicago había regresado al Nacional B luego de aquel momento maravilloso con Daniel Monllor en San Martín y luego, lo más significativo había sido la vuelta de los hinchas a los estadios como visitantes; el equipo navegaba por una situción compleja, sufriendo en los últimos lugares del promedio. Ya en la segunda rueda, llegaba el partido con Rosario Central que había tenido inconvenientes en Arroyito.
Días previos, ya se había instalado la versión que Rosario Central pedía un cambio de escenario, no quería ir a Mataderos. Entonces, en la reunión semanal de AFA me acerqué al dirigente de Chicago que, casualmente estaba sentado al lado del representante Canalla y, obviando a este, le manifesté mi posición como socio. Eso generó una discusión que casi termina a las trompadas en el tercer piso de AFA y en la vereda del mismo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario