Unas fechas antes se había terminado el suplicio de una mala organización y el sueño del ascenso heroico en San Martín duró menos de un año y Chicago sumó un nuevo descenso; otra vez le tocaba regresar a la Primera "B" Metropolitana.
Dos fechas antes el triunfo frente a Almirante Brown había dejado una de las pocas sonrisas en la temporada y en ése último partido como local, la excusa era despedir al Cabezón Testa, que jugaba su último partido como profesional.
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